Después de 36 años de búsqueda, familiares del señor Pablo Ixpatá cierran un ciclo de incertidumbre. Según el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), se estima que entre 500 mil y un millón y medio de guatemaltecos, fueron forzados a huir como consecuencia directa de la represión. Una parte de los desplazados buscó escapar para sobrevivir cruzando la frontera, otros buscaron preservar su vida sin abandonar el país. desplazándose a otros departamentos, mientras que muchas personas buscaron refugio en las montañas y selvas aledañas a sus lugares de residencia donde enfrentaron condiciones infrahumanas. La CEH en su informe evidenció que una gran cantidad de personas murió durante la huida y desplazamiento, especialmente por hambre, frío, enfermedades, miedo y agotamiento (Guatemala Memoria del Silencio, 1998).
Tal fue el caso del señor Pablo Ixpatá y su familia, quienes ante la presencia de grupos armados que operaban en el área donde residían, tuvieron que trasladarse a otra aldea.
Entrega de la osamenta del señor Ixpatá a sus familiares en San Pedro Ayampuc, Guatemala.
Según testimonio recabado por FAFG, un día entre los meses de mayo y junio de 1983, Pablo Ixpatá fue detenido por fuerzas armadas en la aldea San Francisco, ubicada en San Miguel Chicaj, municipio de Baja Verapaz. Aproximadamente, tres días después, pobladores del centro de Rabinal relataron a la familia que habían observado cuando el señor Pablo Ixpatá era detenido y llevado hacia la aldea Chitucán.
Cuando los pobladores regresaron al lugar, encontraron el cadáver de Pablo Ixpatá; por lo que le dieron sepultura. Se cree que el señor Ixpatá estuvo detenido durante un día y medio antes de su muerte. Su familia nunca supo de qué manera murió.
Años después, FAFG realizó la exhumación de los restos óseos, tomando una muestra ósea al cuerpo recuperado para ser comparada con las muestras referenciales de los familiares por medio de ADN. En base al análisis de los perfiles genéticos y las coincidencias encontradas se pudo determinar que la osamenta recuperada correspondía al señor Pablo Ixpatá Sic.
El 27 de septiembre recién pasado, después de varios años de búsqueda, su familia pudo reunirse nuevamente con él. Con gran emoción lo recibieron su esposa, hermana, cuñado, hijas e hijos, y demás familiares, para despedirlo dignamente. Ahora tienen un sitio al cual visitarlo y honrar su memoria.





